El granito es el gran protagonista del paisaje y de las construcciones de gran parte de la provincia de Zamora, sobre todo en las comarcas de Aliste, Sayago, Sanabria y la Carballeda. Bien sea en su estado natural, formando parte del paisaje, rocas a las que las gentes del lugar ponían nombre por la apariencia que tuvieran (sierpe, campana, lagarto, tortuga, bolo, etc.), bien, transformadas por el hombre a lo largo del tiempo, formando parte de elementos funerarios -dólmenes-, figuras de animales -verracos-, o elementos y construcciones de tipo religioso -iglesias, ermitas, humilladeros, cruces-, o civil -formando parte de viviendas, fuentes, pozas, abrevaderos, cercas ("cortinas" en Sayago y Aliste), potros -para herrar ganado-, casetas, guardaviñas, chozos, "corralas" (para proteger el ganado), "chiviteros" (para proteger los corderos y los cabritos), "cortiellos" o "curros" (para capturar al lobo), puentes, pontones, molinos, lagares, hornos, etc. Veamos algunos ejemplos:
